En los países desarrollados ya no hay enfermedades graves asociadas a déficits vitamínicos importantes, como ha ocurrido en otras épocas asociadas a grandes hambrunas o a situaciones familiares de pobreza extrema. Sin embargo, ha aparecido otro concepto médico llamado “alteraciones subclínicas” debido a un consumo inadecuado de algunas vitaminas o minerales en el conjunto de una dieta, incluso con más calorías de las necesarias. Estos déficits subclínicos no se manifiestan por enfermedades tan graves como las referidas en la Tabla I, sino que cursan con alteraciones menores, difíciles de diagnosticar, como resfriados repetitivos, cansancio, pérdida de pelo, disminución del apetito etc.
Aunque no nos lo parezca, la alimentación actual adolece de falta de fibra, vitaminas y minerales, y es muy exagerada en cuanto a grasas, lo cual eleva el contenido calórico de nuestra dieta y genera obesidad, al mismo tiempo que es deficitaria en otros componentes (paradoja de la sociedad industrial).
Si comparamos la ingesta de vitaminas y minerales de un cazador-recolector del paleolítico con un habitante moderno de un país desarrollado (USA) observamos una pobreza importante, en nuestra dieta actual, en la mayoría de vitaminas y minerales.
Dosis: 2 cápsulas al día